Así que, los pequeños se merecían algo con lo que despedir esta visita familiar y con esa idea vinieron a pedirme que les elabora unos dulces. No voy a negar que elaborar algo para los más pequeños me produce cierta ansiedad. Los niños son totalmente transparentes y si algo no les gusta lo dejan bien claro...creo que no hay ojo más crítico en esta vida que la de un niño. Por suerte, tenían las ideas muy claras. Para ella querían unas dulces galletas de Hello Kitty y para él, unas ricas cupcakes de Spiderman.
Y con un guión de trabajo tan claro me puse en marcha. Elaboré las galletas y como siempre sobra algo de masa, me comí 3 por el camino t__t. Preparé la masa de las cupcakes y aproveché que encendía el horno para hacer un par más que también me comí por el camino. No se puede ser tan golosa....
Voy a declarar mi fascinación por la dulce gatita del lazo rojo, me parece un personaje tierno y lleno de encanto y eso que la he visto en todas sus vertientes: clásica, punk, zombie, emo....Así que, terminadas de hornear las galletas llegó el momento de la decoración. Tenía cortados los 12 lazos rojos listos para ubicarlos, cuando se me presentó un dilema ¿qué hago con los ojos, la nariz y los bigotes? ¿recurro al rotulador comestible que me ahorraría muchísimo trabajo y tiempo?....pues no, porque si puedo elegir el camino largo y tortuoso de cortar 24 ojos, 12 narices y 72 bigotes...¿qué sentido tiene usar un rotulador comestible?. Así pues, con toda la paciencia del mundo fuí cortado ojos, naricitas y bigotes y pegando de uno en uno hasta completar las 12 galletas. Posiblemente de la otra manera también hubieran quedado bien, pero no voy a negar que la satisfacción que sentí al terminarlas de esta trabajosa manera fue inmensa.
Y finalizada al linda gatita llegó el momento de Spiderman. Solo eran 6 cupcakes pero no quería ponerles a todas el mismo diseño. Así que pensé en 3 maneras distintas de decorarlas sin abandonar el espíritu del personaje y así fué como quedaron. También opté por poner el buttecream en un tono azul que contrastaba con el rojo de la cupcake.
Y finalizado el trabajo y colocado todo para entregarlo por la tarde, me disponía a descansar cuando ¡horror! me dí cuenta de que no había hecho fotos t__t . Rescaté 3 galletas y 3 cupcakes para poder hacer unas fotos (perdonar la calidad pero las prisas no son buenas compañeras) y poder subirlas al blog.
No pude ver la cara de los niños cuando recibieron este dulce pedido pero me han contando que les encantó y que la palabra más repetida de la tarde fué Spiderman ^_^ Y, por lo visto, tanto dulce les dio tal cantidad de energía que no fueron capaces de ni estar quietos para las fotos.
Creo que esa es la mayor satisfacción que podía tener.
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